«Quiero agradecerle a la vida, la que se la debo a Chile. Mis obras son mis sobras y éstas son reconocidas mundialmente, pero afortunadamente en Chile he sido semi ignorado, lo que me ha permitido ser semi dramaturgo. Esto está muy bien, ya que nadie es profeta en su tierra, aunque sea su tierra adoptiva».
Gracias al periodista Sergio Trabucco podemos leer estas palabras de José Ricardo Morales, ya nonagenario, en el reportaje de un acto celebrado hace unos días en el Teatro Nacional Chileno.
Allí se homenajeaba a este valenciano-malagueño nacido en 1915 que lleva en su vida las marcas de la más dolorosa historia del siglo XX: luchó en la guerra civil española, padeció los campos de concentración de la Francia colaboradora con el régimen nazi, tuvo que partir al exilio…
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