EL FIN DEL CAMINO
Un macabro día comienza
camino a oscuras por el mundo
y contra mi esqueletos
que asustan a valientes
y divierten a locos.
Corren soltando
carcajadas maliciosas
chocando con gente
ofreciendo miedo en el ambiente.
¿Cómo no saber
que la muerte se acerca?
Es tan evidente…
El miedo brota
con fuerza por mis venas
Mi corazón bombea
rápido el pánico
del día final
en el que mi cuerpo
como carne descompuesta
se pudrirá y mi alma
se elevará hasta la felicidad.
Cómo es la vida…
Un día el aire sopla con fuerza
y al siguiente desaparece
inmutable, impasible
ante la idea de la muerte.
Mil esqueletos danzan
ante mi cuerpo planchado
en el suelo frío,
cantan canciones espantosas
ofreciendo mi cuerpo
a la gran madre tierra.
El aire separa mi alma
y se aleja lentamente
del estorbo que la apresaba,
del cuerpo descompuesto
que limitaba su libertad.
Miles de filósofos observo
todos avanzando al rencuentro
y por fin han encontrado el bien supremo.
Raquel Gómez
La sombra del membrillo 