ME PIERDO
A Clara
Me pierdo siempre en las notas
de un piano
siempre me pierdo en un instante
notas siempre que me pierdo,
siempre;
como nunca antes, lo sientes
y me dejas perderme, glorioso instante
Laberinto de versos que no escribí
nunca
ante el estupor del piano
que gime siempre como nunca
como las primera vez que te perdiste conmigo
¿Recuerdas?
La melodía nunca se pierde
porque la inventamos
siempre
Ah! Qué glorioso instante
instante expandido hacia el presente
constante vital de la melodía
pulso mágico del piano:siempre me sorprende
Como al pianista borracho, estupefacto
ante el resplandor del presente
NUEVO AMOR
Acaríciame de nuevo, reina de corazones
Como por primera vez el viento acaricia tu cara
Como el silencio abofetea al estruendo
Como esos ojos que buscan a tientas los míos
Esa mano sobre mi mano, ese labio sobre tu labio
De manera cómplice, como casual, cruzamos miradas
Y enseguida ¡Zas!, apartas tus luceros de los míos
Apenas dejando entrever un esbozo de dulce ternura
Por sorpresa, tu cabeza sobre mi hombro
Ajustando nuestras frágiles respiraciones
Y te hablo de mi amada, que es la luna
De los rincones agolpados de llanto y vida
Susurros en la noche de las hadas,
Sorpresa entre instante e instante
Del siempre al jamás no hay más que un rato,
Un momento, una espera que se me hace insoportable
DESTINO ACIAGO
A la eternidad la llaman tristeza los hombres entre susurros,
Que se alza titánica e imponente entre restos de desdichas
Pues grabado en piedra dejó su nombre el infinito,
Donde ahora descansa sin temor al olvido
Vuelan las soledades buscando un destello de esperanza,
Corren a ciegas entre cavernas manchadas de desolación.
Olvidando, como siempre, sus frustraciones existenciales
Pasan página de vida, ocultando su desilusión
No se detienen un instante a escuchar cómo gira el planeta
Ni vuelan, absortos, a los confines de la felicidad más remota,
Pero como lobos protegen su guarida, cúmulo de ruinas antaño florecientes
Ese Yo en mayúsculas, egoísmo consecuente de una vida ingrata
Acaban traficando deseos, más allá de la ciudad verdadera,
Y obedecen, como autómatas, órdenes no ordenadas
De promesas de vidas mejoradas
Por atisbos ostentosos de lujo y de grandeza
Iván Fernández Frías (Santander, 1985). Licenciado en Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Máster de Estudios Avanzados de Filosofía con la especialidad en Metafísica. Prepara su tesis doctoral sobre la filosofía de Spinoza y el Idealismo Alemán. Su interés literario recorre territorios como la literatura clásica de Alemania y el Sturm und Drang: Goethe, Schiller, Klopstock, Novalis …