Dean Simpson


POR UNA IDEA


En el despacho a solas

con el sol matinal filtrándose por las ventanas,

miro estas estanterías.

Los libros, llenos de muerte y amor,

desprovistos de movimiento,

me aguardan, polvorientos.

Son las cicatrices de escritores ya enterrados,

sus suspiros quedan impresos,

pensamientos forjados por un impulso explícito,

ahora indelebles;

escritores que se lamían el espejo

con el negro optimismo de empañar su perfil

si se acercaban demasiado cerca;

escritores recelosos del adjetivo,

que hinchaban el sustantivo de hormonas

para amortiguar la caída de los adverbios ebrios;

escritores de venas ardientes,

de suma maquinaria arterial,

de portentoso afán a la elegía cotidiana;

escritores que vivían echando chispas,

repujando tanta fricción, incluso a la deriva

que murieron humeando y con los huesos calientes.

Escritores que incluso muertos

se han entrelazado con las raíces de los árboles

cuyas ramas se han extendido a estas estanterías

para vivir más allá de su último suspiro.



ENTRE PREPOSICIONES


A veces me llega cuando menos lo espero

ANTE mis ambiciones se pone, como una muralla infranqueable

BAJO su sombra me quedo, envuelto en la oscuridad

CON su capacidad plenipotente de ofuscarme el paso

CONTRA toda desdicha imprevista

DE despistarme, de hacer trizas mi horario establecido.

DESDE mi cama matinal voy tramando un plan

DURANTE las primeras luces del día, pero más tarde

EN un momento dado, aleatoriamente

ENTRE arruga y suspiro, llega, y me lo arrasa todo

EXCEPTO cuando todo ya ha sido desmantelado por otra pena

HACIA dentro, por fuera, en otros espacios, entremedio

HASTA que digo, basta ya, y pongo un pie en tierra

MEDIANTE el asco que siento viviendo entre mareos, entre escombros.

PARA no tener que escuchar la desesperación callada me levanto

POR amor propio, por los que extienden sus platos hacia mí

SALVO los momentos cuando me es extremadamente difícil el peso

SEGÚN los soles que se ponen, según la noche, pero en un momento dado

SIN saberlo, sin saber de dónde me entran las ganas

SOBRE el suelo pongo el otro pie, y me levanto despacio

TRAS tanto tiempo deliberando, pensando en la luz, en la oscuridad.



Dean Simpson (Boston, 1967), profesor, poeta, critico literario, consultor, con títulos de Bard College, Middlebury College y Harvard University, imparte clases de Lengua y Literatura hispánica e inglesa en varias universidades en Boston y trabaja de consultor educacional. Ha dirigido talleres de poesía y publicado poemas y artículos en varias revistas literarias. Cataratas (Wastelend Press, 2009), en inglés y español, es su primer libro de poesía. El segundo, Caetera Desunt, todavía se encuentra inédito.

Deja un comentario