Fantasías en el olvido
Los ángeles me iluminaron.
La luz del mañana emergió.
El querer y el perecer
aparecieron de la oscuridad.
Ángeles y demonios lucharon:
por qué luchar,
por qué morir.
Quitamos vidas y almas,
al anochecer morimos
y al amanecer renacemos de nuestras cenizas.
Luchamos por la vida;
morimos por dar la vida.
Por eso morimos, pues es nuestra misión,
y de nuestras cenizas vida damos
pues los hijos de los hijos
a ellos la vida también damos.
Pues el amar
y el querer
esperan padecer.
Pues es hombre
y mujer
quien
nace y crece,
ama y siente,
padece y miente.
Pues son sentimientos
fantasías olvidadas
de un mundo de crueldades,
en el que el amar es prohibición
y la prohibición es el pecado de la ambición.
Israel García Iglesias (3º Diversificación).