ROSA ENSANGRENTADA
Miro al cielo y sólo veo oscuridad;
las estrellas, lejanos rayos de esperanza,
el faro roto que no ilumina el mar,
un mar que se pierde en el horizonte.
Una flor que se convierte en polvo;
un rayo de luz tapado por millones de miradas,
un grito de esperanza que sólo oyen los infiernos.
En mis oídos sólo oigo llantos,
unos llantos que tapan la verdad,
un mundo muerto y solo, un islote vivo,
y esa rosa que terminó conmigo.
Miguel C. Blanco (12 años).